Hoy que estudiaba un caso interesante, recurrí a un libro que me trajo gratos recuerdos y que 20 años después sigue vigente.
En la primera pagina hay un sello que hace 25 años me identificaba como uno de los 15 residentes aceptados en 1994 en el Hospital Universitario San José de la Ciudad de Popayán, Cáuca; también conservo la bata blanca que el Hospital entregaba a cada uno de nosotros como un hermoso recuerdo de una etapa que cambió mi vida y la de toda mi familia, la de ese entonces y la que estaba por venir.
Como relegar de tus recuerdos los mejores tres años de tu vida? una etapa en la que me olvidé de mis temores, de mis miedos, de la incertidumbre, de las responsabilidades asumidas 20 años atrás cuando era solo un niño y decidí ser "voluntariamente" rehén de mis angustias ante la carga del deber.
Y es que para un niño de 10 años, asumir la responsabilidad de su Madre y tres Hermanas desde ese momento tiene que ser necesariamente abrumador! pero tenía lo más importante: tenía el perfil para asumir semejante sacrificio...y luego, el Universo conspiró y con las posibilidades en contra, todo sucedió. Hoy estoy exultante de felicidad, pletórico de satisfacción, abrumado, pero esta vez por lo generosa que ha sido la vida para conmigo, puedo decir que logré que Mi madre, mis tres hermanas, mis tres sobrinos tuvieran la oportunidad de desarrollar todo su potencial y hasta me alcanzó para darle la mano a primos y algunos amigos. Hoy, los indicadores para con mis hijos son muy satisfactorios en cuanto a la parte que a mi me corresponde y espero que la divina providencia me siga acompañando.
A los pocos días de haber iniciado la especialización, supe que era una decisión correcta acorde con mi esencia, con mi talante, con mi personalidad; y es que estoy convencido que los seres humanos encajamos en uno de una decena de perfiles, independiente de nuestra raza y origen(cantidad arbitraria por supuesto, que me gustaría algún día estudiar en profundidad) Era una decisión que me permitiría acercarme a la frontera de mi equilibrio, vislumbrar y tal vez alcanzar mi "Ikigai"
Pero volviendo al tema, durante esos tres años disfruté de una ciudad hermosa, llena de montañas hasta donde alcanza la vista, ataviadas por verdes ropajes, resplandecientes unos, intensamente oscuros los otros y entre ellos toda la dimensión y la belleza del espectro; y que decir de los ríos y riachuelos de aguas recién concebidas en cristalinos manantiales; y la sinfonía de colores de las hermosas flores y todo tipo de frutas; la belleza del municipio de Silvia que en días soleados nos premia con un derroche de luz y un espectáculo pocas veces visto que rinde honores y obliga a la pleitesía al mas exigente.
Como olvidar el ambiente de la academia, el estar rodeado de seres humanos excepcionales, casi sin exclusión, privilegiados por su condición humana, rodeado de la intelectualidad, la bohemia, la poesía, la compañía de mujeres hermosas, de cuerpos y espíritus juveniles, inteligentes, brillantes, admirables, gente construyendo futuro, con objetivos claros, con la ambición de triunfar de crecer, de vivir, de servir, de ser instrumentos de la creación para transformar a quienes les rodean.
Las etapas posteriores han sido muy satisfactorias, lideradas por el amor de padre, el amor al trabajo que disfrutas, que te apasiona, que tiene siempre motivos para crecer, para no cesar en esa búsqueda implacable, interminable y rigurosa por ser cada día mejor; y también por la construcción del amor que pacientemente fue tomando forma al encontrar una Esposa que se contagió de tus ideas, de tus proyectos, de la cimentación de un futuro mejor y que resultó ser una mujer brillante, impetuosa, madre ejemplar con un liderazgo innato y la capacidad de visionar un entorno diferente al cual estuvo acostumbrada.
En este orden de ideas y recordando el apasionante relato de Neruda, debo decir que hasta el momento he alcanzado los objetivos propuestos con lujo de detalles, hoy Confieso que estoy viviendo!


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