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martes, 1 de marzo de 2011

EN DESGRACIA CON BACO

Bien, ahora que se acercan los carnavales, reflexiono acerca de mi relación con este personaje; no se en que momento, tampoco el porqué caí en desgracia con él, que dificil es para mi tomar cualquier tipo de licor, en principio eso no sería un problema, pero cuando todo elemento social está presidido por Baco, se convierte en una calamidad, para mi desgracia su omnipresencia y ubicuidad son abrumadoras; cumpleaños de adultos e infantiles, bodas, grados, primeras comuniones, bautizos, onomásticos; a propósito, están los denominados santos borrachones.
Hay situaciones en donde los íntimos del personaje de marras, se despojan de cualquier pudor y se convencen (y en parte tienen razón) de que la sociedad les acepta y muchos piensan que le celebra su concupiscencia: una procesión, un sepelio, un sábado de gloria, un domingo de resurrección están en discusión, pero los carnavales, las fiestas de fin de año, el triunfo de su equipo favorito(en estos tiempos se juega a futbol todos los días, los 365 dias del año) la feria del pueblo, el santo patrono no tienen objeción.

A donde quiera que voy me brindan licor, las señales de agradecimiento llevan la impronta divina y una negativa es considerada un acto de mal gusto, de mala educación y es motivo suficiente para expulsarme de los dominios Dionicianos.

Una teoría muy personal gira en torno a un episodio sucedido hace algo mas de dos mil años, resulta que el primer milagro oficial registrado de Jesus consistió en multiplicar el embriagador elixir ante el pedido de su madre, María; me resisto a creerlo, pero repito, es la versión oficial, la historia verdadera, aun está por escribirse y en ella tengo cifrada todas mis esperanzas, por lo pronto ese es un golpe casi imposible de asimilar; desde entonces, Baco tiene licencia para reinar entre nosotros.

En todo caso, nuestras relaciones son las peores, somos agua y aceite, cuando hemos interactuado, la resultante es siempre una promesa de no acercarme mas. Me esperan por cierto cuatro días difíciles.

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