
El 13 de Abril del 2009 fue un dia muy dificil de sortear, comenzando la jornada laboral me llamaron a informarme que Mamá se había accidentado y que había sufrido la fractura de uno de sus dedos y golpes en el cuerpo; un bus de transporte público colisónó contra una motocicleta en la cual se transportaba como pasajera.
Cuando me disponía a visitarla en la clínica en donde la estaban atendiendo, recibí otra llamada, algo sucedía en la casa en donde vivian mis sobrinos; cambié entonces el rumbo y me dirigí hacia allí, cuando estaba a 100 metros observé una columna de humo negro y supe que la situación era complicada y seria. Se había producido un incendio que había consumido todo lo que se encontraba en uno de los cuartos y amenazaba con extenderse al resto de la casa, mi hermana mayor que vivia allí, se encontraba asistiendo a Mamá; cuando llegué, dos bomberos retiraban los escombros y maderos aún en llamas, traté de serenar a mi hermana y a mi sobrina cuando llegaron; al momento del suceso no había nadie en la casa.
Todo indica que un ventilador no estaba funcionando bien, el cable eléctrico se sobrecalentó e inició la llama que se extendió rápidamente al entrar en contacto con los muñecos de felpa, poco después llegó Papá desesperado intentó ingresar a la casa, también lo tranquilicé.
Los bomberos terminaron su trabajo, recogieron sus cosas y se marcharon, nadie agradeció su trabajo, por el contrario mi hermana menor pensó que habían hurtado uno de los juegos electrónicos de mi sobrino que luego se supo, no estaba allí; es decir no solo no se les agradeció el trabajo, salieron manchados con el tizne, las cenizas dejadas por el fuego y salpicados por la sospecha infame.
Poco a poco fuimos superando los daños, algunas cosas se repararon , otras no pero luego de un tiempo todo regresó a la normalidad.
Días después me acerqué al cuartel para entregar mis agradecimientos a quien se encontraba en turno,un joven que recibió mi gratirud con satisfacción, eso me hizo sentir un poco mejor....solo un poco.

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