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miércoles, 1 de junio de 2011

KID PAMBELE

Tenia ocho o nueve años cuando escuché hablar de Pambelé, el frenesí y la algarabia que despertaban sus peleas no eran comprendidas del todo para mí, solo sabía que si Pambelé ganaba, la felicidad aparecía en mi entorno.

Antonio Cervantes "Kid Pambelé" nació en San Basilio de Palenque uno de tantos pueblos miserables que hacen parte de la costa Atlántica, con una hermosa historia; cuando los esclavos se rebelaban y huían de sus amos, se refugiaban en sitios llamados Palenques, fortificaciones hechas con empalizadas que convertían en su cuartel.


No se hizo boxeador en Colombia, viajó a Venezuela donde se formó y fué campeón mundial, gracias al trabajo de un empresario y un entrenador Venezolanos.

Era un atleta de los pies a la cabeza debía medir alrededor de 1,80 metros, pesaba 70 Kg, su cuerpo era pura fibra muscular, sus largos brazos mantenían fuera de distancia a cualquier retador que, de acercarse, recibía el castigo de su poderoso "jab"; sus largas piernas le permitían moverse con una enorme facilidad, tenía el biotipo ideal para el deporte que practicaba.


Tengo recuerdos que conservo de esa época el combate contra "Peppermint" Fraser en donde este cae a la lona muchas veces, contra "El Intocable" Nicolino" Locche,  sangrando profusamente por una gran herida en el arco superciliar, esa pelea fue detenida, Nicolino lloraba, pero no había alternativa. Lion Furuyama, un aguerrido Japones que recibio un castigo implacable,  fue a la lona pero resistió estoicamente los 15 asaltos de la época; a cualquier hora del día, gran parte de los Colombianos estaban atentos al desenlace de sus combates.

Tiempo después entendí la importancia de los triunfos de Antonio, hasta ese momento los Colombianos no habíamos ganado nada como país, nuestra estima como nación era ninguna. Pambelé hizo germinar el orgullo patrio que posteriormente fue alimentado por otros deportistas. En 1980 fue escojido para el salon de la fama, único Colombiano que ostenta esa distinción.



Tengo una anecdota con Pambelé, corria el año 1985 estudiaba en Barranquilla caminaba por las calles del Barrio Paraiso cuando se me acercó un hombre humildemente vestido con una mochila al hombro, era Antonio, el otrora glorioso "Kid Pambelé" " "Donde queda la brigada, me preguntó, necesito arreglar mi libreta militar porque conseguí un trabajo". Sentí mucha pena por su situación, fueron muchos los esfuerzos y las oportunidades brindadas a Antonio, pero las drogas habían hecho en él un daño irreparable, amarrando grilletes a sus muñecas y tobillos de los cuales no se liberaría jamás.

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